Si deseamos conseguir una nueva imagen para nuestros senos, podemos lograrlo con ayuda de la micropigmentación en nuestras areolas mamarias. De esta forma posibilitaremos la recuperación de la apariencia normal después de una mastectomía, un implante o cualquier otro asunto estético.
Muchas personas ya conocen la micropigmentación que se realiza en cejas, ojos y labios, pero no todos conocen que esta técnica también llega a la zona de los senos, y más concretamente en las areolas.
A pesar de que este tratamiento está implantado en nuestro país desde hace algunos años, es una disciplina de la que se habla poco, comparado con otras técnicas estéticas y plásticas, a pesar del gran beneficio que representa para la medicina estética.
Pacientes que se han realizado una mastectomía y desean recuperar su aspecto original , así como su autoestima y confianza en sí mismos.
Existen muchas personas, especialmente mujeres, que acuden deseosas de solucionar su apariencia inicial, e incluso su vida sexual.
También existen muchas personas que acuden a su especialista para realizarse una micropigmentación solamente por motivos estéticos, para intensificar el color de sus areolas, disminuir visualmente el tamaño, e incluso delinearla o aumentar su tamaño si no es el deseado.
Redefinir la forma de una areola que sea poco estética.
Camuflar cicatrices periareolares que puedan haber quedado después del aumento o de la reducción mamaria que se haya realizado a través de las areolas.
Oscurecer una areola que tenga una coloración demasiado clara o pálida.
Crear o aumentar el tamaño de una areola inexistente, o casi inexistente.
Antes de realizar el procedimiento, la paciente se someterá a una evaluación para observar cómo reacciona su piel a los pigmentos empleados en la técnica y a la anestesia. Aproximadamente un mes y medio después de realizar la micropigmentación, la paciente deberá regresar a la clínica para realizar un retoque. Posteriormente, según el caso de cada paciente, el tratamiento tendrá una menor o mayor duración en el tiempo.
Los días posteriores a la intervención es habitual un enrojecimiento de la zona, que irá desapareciendo a medida que trascurran los días.
A la hora de decantarnos por la micropigmentación, es de vital importancia acudir a una clínica reconocida, donde los pigmentos empleados sean los adecuados, estériles y con control sanitario.